jueves, 1 de marzo de 2012

Tinogasta y sus Vecinos Autoconvocados por la Vida

La resistencia ambiental levanta a pueblos catamarqueños

En la ancestral lengua kakana, Tinogasta significa “reunión de pueblos”. Algo similar a lo vivido en la calurosa nochecita del 28 de octubre en la plaza 25 de Mayo de esa ciudad catamarqueña cuando se reunieron vecinos, pobladores de otras localidades y turistas en un acto contra la megaminería.

,Mientras un documental advertía sobre como la explotación a cielo abierto destruyó a un pueblo chileno, el aire pueblerino se calentó con la rabia y beligerancia de un gentío indignado que resiste a las explotaciones contaminantes. “No vamos a dejar que a 8 kilómetros del centro de la ciudad haya una explotación minera que contamine nuestra tierra y agua”, afirmó Darío Moreno, un miembro de Vecinos Autoconvocados por la Vida, de Tinogasta.

Gran parte de los habitantes de esa ciudad, situada a 279 kilómetros de la capital catamarqueña y a 1.500 metros sobre el nivel del mar, frenó en 2007 las explotaciones en la zona. Pero el "SI a la vida, NO a la minería" moviliza y alerta ante la inminente explotación de las minas de uranio en el distrito Fiambalá, en Villa Luján y en la Higuerita, aprobados por el gobierno provincial.

Días antes, tropas de la guardia de infantería de la policía catamarqueña, además de miembros de Inteligencia, llegaron para desalojar a los tinogasteños que cortaban el paso en la ruta 60 a los vehículos de gran porte que abastecen a la minera situada en Andalgalá, a unos 160 kilómetros de la localidad del oeste catamarqueño.

“Allanaron casas de los Autoconvados con órdenes de buscar fósforos, encendedores, envases de plástico y mechas. Nos acusaron de incendiar un camión que llevaba insumos a la minera La Alumbrera. En una de las actas levantadas en casa de una maestra figuró el secuestro de una caja de fósforos conteniendo 85 cerillas y “se llevaron un encendedor sin llama, de esos que se usan para prender la cocina, pero no pudieron armar causas”, dijo al Eslabón, Darío, un barbudo organizador de cabalgatas en la zona.

Pero, en la ciudad todos sospechan de un autoatentado de la minera para acusar a los Autoconvocados. “Para los procedimientos, dicen que la minera pagó los adicionales a los uniformados. Además nos sorprendió que en el momento de los operativos, en toda la ciudad los celulares quedaron sin señales y quedamos incomunicados, resaltó el activista.

Por otra parte, en tribunales tucumanos, quien está procesado es Julián Rooney, Vicepresidente de La Alumbrera. Por eso, los Autoconvocados reclaman el cese de la actividad de la minera hasta que se resuelva la situación judicial de su directivo.


Los vecinos denuncian a la Alumbrera por “socavar voluntades políticas” para perseguir a ambientalistas. En Catamarca no existen libertades individuales y autonomía de los gobernantes. Por encima de las autoridades está el poder de la empresa Alumbrera, que compra y vende voluntades, que corrompe y obliga a las autoridades a actuar en función de los intereses empresarios”, afirman.



En el acto realizado en la céntrica plaza participó Javier Rodríguez Pardo, Movimiento Antinuclear del Chubut (Mach), Red Nacional de Acción Ecologista (Renace) y Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC). El dirigente, es de los que recuerdan que “donde hay un delito de contaminación existe un gobernante corrupto y de eso se valen las corporaciones del sector aunque ya sospechan que no les alcanza para conseguir la licencia social”.

También dieron el presente los vecinos del barrio La Paz, quienes cortaron una avenida para evitar que el paso de los transportes de gran porte que destruye el asfalto y provoca rajaduras en las humildes casas. Desde hace meses por el paso a San Francisco (250 kilómetros de Tinogasta), al que llega la ruta 60 rumbo a Chile, los camiones con rumbo a Andalgalá son bloqueados.

El histórico corte al paso de cuatro camiones que se dirigían a minera, durante 60 días, en los Valles Calchaquíes tucumanos y salteños, detonó una onda expansiva que levantó a los poblados y a la solidaridad en la pelea. Esa unidad provocó que algunos rodados regresaran a Chile para buscar nuevos pasos.

“Activos no radiactivos”, dice un volante que planea por la plaza mientras la gente también se moviliza para que la actividad minera no consuma el agua de sus valles y las contamine. “No queremos poner en peligro la vida de nuestros hijos y la riqueza de la tierra", afirma indignado el propietario de una bodega. Desde catacumbas de su bodega, Juan Longo, uno de los primeros en denunciar las perforaciones y estudios que se hicieron en la zona de Tinogasta, asegura: “Los pudimos frenar, pero no tendría problema en mancharme las manos con tinta roja en una comisaría, cuando haya que armar otra pelea”, remarca.

La concientización educa y ahora se sabe que las mineras consumen millones de litros de agua pura y energía, extraen y no producen riquezas mientras los gobiernos entregan hectáreas de reservas, glaciares y nacientes de ríos, aunque también se expulse o contamine a sus originarios habitantes.



La resistencia “se extiende como un reguero de pólvora”, pero no minero. La lucha se plantó con fuerza y pueblos de 14 provincias -afectados o acechados por la minería a gran escala contaminante- también se movilizaron en Buenos Aires para escarchar al seminario internacional de la minería aurífera “Argentina oro 2008”. Allí, miembros de asambleas y organizaciones de distintas regiones realizaron del 3 al 7 de noviembre una protesta y ayuno en la Plaza del Congreso.



En tanto, la silenciosa magia de la Alta Catamarca se refugia entre la cadena de volcanes de más de seis mil metros de altura, las quebradas hachadas en muros de granito por algún gigante diaguíta, las nieves en las cumbres, los médanos como montañas, el monte de algarrobo, los valles que alimentan las bodegas y el agua que baja entre las piedras. Toda esa maravilla es resguardada por sus pobladores pero los vecinos autoconvocados en Catamarca y en otras partes del país resisten solidariamente en un desafío por la tierra y la vida, ante la codicia de explotadores y de los funcionales funcionarios,



“Para producir un anillo de oro -indica un volante de los autoconvocados- se extraen 20 toneladas de roca. Dinamitan montañas en pocas horas para hacer rentable la extracción de 1 gramo de oro por toneladas de escombro. Utilizan grandes cantidades de cianuro para separar el mineral y preparan una sopa química con agua y tóxicos. Los 100 millones de litros de agua por día que es devuelta a los acuíferos contaminada., por lo que llega a distancias enormes y afecta a personas y cultivos”.