martes, 11 de diciembre de 2012

Buscan tumbas comunes de peones fusilados en 1921 en la Patagonia

Homenaje del 8 de diciembre frente a la zona de los
fusilamientos. (Foto de Sergio Villegas, La Opinón Austal
Vecinos de El Calafate, la Universidad Austral y la estancia La Anita, acordaron investigar el sitio para hacer las excavaciones. Pobladores memoriosos  rescatan la historia callada.


"Desde hace años que reclamamos el derecho a 
buscar en la zona a las tumbas masivas de los 
trabajadores rurales fusilados en las huelgas de
 1921", indica Luis Milton Ibarra Philemon, historiador
 y director del Centro Cultural de El Calafate, suroeste
 santacruceño. Desde 2006 el también ex director de
l Archivo Histórico de esa ciudad y vecinos de la zona
 formaron la Comisión en Memoria de las Huelgas
 del 21, para resguardar la memoria, pedir la
 investigación de las tumbas masivas y proteger el
 lugar donde se levantaba el viejo monolito hecho en
 1996 por estudiantes y el municipio.

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Desde entonces, la comisión ha mantenido reuniones con los responsables de la estancia para ser autorizados a realizar la obras en las laderas de los cerros que rodean a la zona.
La tradicional familia Braun y su actual propietario, Federico Braun, ya habían permitido algún ingreso al campo.
Represión. El sitio de las tumbas se halla a un costado de la ruta provincial 15, a 40 kilómetros de El Calafate. Ibarra Philemon indica que se supone que al menos 600 peones fueron enterrados allí, de los 1.500 que se estima que fueron muertos por el Ejército, cuando el gobierno de Hipólito Yrigoyen ordenó terminar con las huelgas obreras. Desde entonces, Ibarra Philemon y los miembros de la comisión han mantenido reuniones con los responsables de la estancia para realizar la investigación. En un documental realizado por Osvaldo Bayer en 2006, Braun dijo que compró la estancia La Anita a familiares y que por lo tanto no tiene por qué tener culpa alguna sobre lo sucedido. El empresario aceptó realizar excavaciones en sus tierras, para investigar las fosas, "siempre y cuando no dañen el ambiente".
"El acuerdo con el estanciero permitirá la labor en el lugar para hallar las tumbas. Todo se halla documentado, creemos que fueron enterrados a unos 200 metros del casco de la estancia, entre esas edificaciones y el monolito", señala.
El reciente 8 de noviembre, al realizar en el sitio el acto recordatorio de los 91 años de los aberrantes sucesos, se difundió el acuerdo, que indica: "La Estancia Anita S.A. autoriza a la institución científico académica que determine el Archivo Nacional de la Memoria a realizar los trabajos de investigación necesarios para la detección de tumbas masivas en el predio de propiedad de la estancia que se encuentra frente al cenotafio de la ruta 15".
Identidades. Sobre la identidad de los fusilados, el investigador y colaborador de Bayer, el médico comodorense Roberto Suárez Samper, en Señales del 2 de marzo de 2008 dijo que "se empleaban peones sin familia para ahorrar, muchos ni tenían documentos y en el caso de los chilenos la mayoría no sabía leer y había perdido contacto con sus parientes. Por esa razón se estima que no hubo reclamos de los familiares por los fusilados, lo que permitiría abrir causas por los crímenes. Sólo se hallaron algunos parientes".
El equipo buscará en toda la región
Milton Ibarra Philemon explicó que “en 2013 comenzará a trabajar un equipo de la Universidad de la Patagonia Austral. Para ello se destinará una partida presupuestaria para financiar las labores de los arqueólogos y otros investigadores”. También dijo que la búsqueda de los restos humanos también se desarrollará en otros sitios de la región donde se produjeron matanzas, como en Lago Argentino, Centinela, Los Perros, entre otros”.

sábado, 8 de diciembre de 2012

La pedagogía de la desmemoria no pudo borrar todas las huellas

Huellas: Documentos sobre la evangelización forzada, campos de concentración y el exterminio, son rescatados con rigor por Marcelo Valko para “desmonumentar” a los genocidas.
     “Recorremos el país mostrando las pruebas que documentan el genocidio cometido por Avellaneda, Mitre, Sarmiento y Roca. Eso hombres no era eran sólo malvados, tenían un proyecto político. A pesar de sus pugnas de élite, diseñaron el país chiquito y para pocos que hoy tenemos”, afirma Marcelo Valko, investigador y autor de "Pedagogía de la desmemoria. Crónicas y estrategias del genocidio invisible", (2010).
“Si queremos una Patria justa no podemos tener en pedestales a gente con prontuario. La justicia no puede juzgar a esos genocidas, pero castiguemos su memoria”, resalta el fundador de la cátedra Imaginario Étnico, Memoria y Resistencia de la Universidad Madres de Plaza de Mayo.
En un andar por el país, Valko pasó por Rosario, invitado por el colectivo NADyES (Nacimos diversos y estamos siendo), en el centro cultural de La Toma (Tucumán 1329). “El Facundo”, Sarmiento dice: “El destino de Argentina está en exportar materias primas e importar manufacturas: Los españoles no somos ni navegantes ni industriosos, y la Europa nos proveerá por largos siglos de sus artefactos a cambio de nuestras materias primas, y ella y nosotros ganaremos en el cambio”.
Valko explica que “a esos políticos no les importó perder el Alto Perú. Mientras EEUU comía tierras a México, para Sarmiento “el mal de Argentina es su extensión”. El investigador asegura: “La burguesía era de una mente muy chiquita e hizo un país a imagen y semejanza de su pequeñez mental”.
“Con Osvaldo Bayer, queremos que esos genocidas que dan su nombres a calles y monumentos ocupen el lugar que merecen y que se recuerde a los verdaderos y generosos patriotas, esos que como Castelli, Moreno y Belgrano no fueron vencidos en batallas, pero fueron traicionados como también pasó con la revolución de Mayo. El Himno Nacional dice: “que nos gobierne la noble igualdad”, resalta el licenciado en Psicología.
El compromiso y rigor científico de Valko se comprenden cuando con humildad cuenta: “Tengo dos libros enterrados, uno en 2007 en Abra Pampa (Puna jujeña) y otro en 2009, Naranjo (Salta). Fue un gran honor, en una ceremonia que llaman corpachada ofrecieron los libros a la Pachamama, para que logren contar lo sucedido”, señala
En “Pedagogía de la desmemoria.” trabajó con “documentos de los registros del Ejército, Armada, salesianos, lazaristas y del arzobispado. Pero Bergoglio tardó cuatro meses en abrirnos el archivo. Luego me dijeron que me iré al infierno”.

Depósitos y conversión de indios

Valko resalta la responsabilidad de científicos y sacerdotes en el exterminio. “En Martín García los indios son aislados, instala un horno crematorio y reintroduce la esclavitud, abolida por la Asamblea del Año XIII. El cirujano jefe de la guarnición militar de la isla se refiere en una carta a la aplicación de vacunas con viruela. Se usaron médicos del Ejército y Armada para ese método de exterminio directo”.
“Roca instrumentó los llamados “depósitos de indios”. Mencionados por Estanislao Zeballos cuando escribía: “Arrojenlos al depósito de indios”. El publicista de la campaña al sur afirmaba: “La barbarie está maldita y no quedó en La Pampa ni vestigios de sus huesos”.
En 1879, el gobierno dijo que trasladó 10 mil prisioneros patagónicos para trabajar en industrias y servidumbres en el Norte, Mendoza y Martín García. En 1883, un informe oficial habla de 20 mil secuestrados.“En Patagonia, los originarios pertenecían al ejército, pero al ser capturados pasan al Consejo que administraba ese depósito, que existían en Trelew, Valcheta, General Conesa. Carmen de Patagones, Bahía Blanca, Azul, Junín, Retiro, Base Naval del Tigre e isla Martín García”.
“El país tenia campos de concentración más grandes que la ESMA y antes a Videla. Fue enorme la complicidad de arzobispo porteño León Federico Aneiro, creador del Consejo para la Conversión de Indios al Catolicismo. Avaló el siniestro reparto de niños. Además, antes de marchar al sur, Roca había promocionado la campaña prometiendo liberar a mujeres raptadas por los bárbaros. Pero, tras sacarlas de las tribus, por haber tenido relaciones con los indios fueron llevada con sus hijos a la isla”.

Limpieza de plazas

Valko rescata, “como dicen los chicos, se está desrrocando al país. No queremos romper estatutas o chapas, ya hay muchos proyectos basados en rigurosos datos para retirar esos nombres. Contamos con mucha colaboración y apoyo, desde algunos ediles a los maestros del sindicato de docentes bonaerenses (Suteba) y la Central de los Trabajadores de Argentina (CTA) planteamos la campaña “Ni genocidas ni explotadores en plazas y calles de la República”.
“El preámbulo de la Constitución -agrega- habla de un país abierto a todos los pueblos del mundo, esa generación quería anglosajones pero llegaron españoles e italianos. Lo criollo será algo despreciable y se habla del cabecita negra. Luego, Evita, para reinvertir semánticamente la cuestión, los nombra como “mis gracitas”, “mis cabecitas”.
Sobre su libro, señala: “El objetivo del trabajo no está en el estante de la biblioteca, sino en denunciar la pedagogía de la desmemoria que construye un país de excluidos, marginales e invisibles. Hay que reparar la usurpación de tierras”.
También reproduce un documento con la lista de indios bautizados en enero de 1879 en Martín García, y “todavía vivos el primero de abril” del mismo año. “Se difundía eso en un diario de la época porque ser lo tomaba como un logro de los curas”, remarca.
Valko cuenta que su padre trabajó 7 años en un aserradero en Paraguay. “Vivíamos frente al Paraná y la gente de la firma entraba en la selva por madera y expulsaba o mataba a indios. Con mi hermano, al bajar picadas para pescar veíamos cadáveres flotando en el río. Había mucha explotación y pobreza, yo no entendía qué pasaba, pero eso me quedó. Al volver a Argentina estudié Psicología, debía haber ingresado a Antropoplogía, pero con esa formación tengo otra visión, no encapsulada y soy como un francotirador que toma el tema desde otro lado y siempre con rigurosidad y ética”.

La construcción del desierto

“Roca era cruel -agrega-, hasta con su tropa. No marchó al sur en primavera, fue en invierno. Oficiales que lo admiran, como Oloscoaga, escribieron: “Amanecí con 16º bajo cero, las pasturas están congeladas, debemos palmear a los caballos aterridos de frío”. Cuando Roca llega a Choele-Choel, el 25 de mayo 1879, regresó de inmediato a Buenos Aires en barco y renuncia al Ministerio para dedicarse a la campaña que lo llevaría en un año a la presidencia del país”.
Valko explica que “La campaña fue para construir al desierto y hacer desaparecer a los indeseables”. Ya como presidente, Roca admitió: “Al final, descubrimos que no había indios”. También reconoció que Alsina cargó “con la tarea de exterminar a la mayor parte de los hombres de lanza”. En marzo de 1879, “La Libertad” señalaba: “No han quedado 200 hombres armados ¿qué objeto hay en expedicionar con 6.000 veteranos?”.

lunes, 20 de agosto de 2012

domingo, 22 de julio de 2012

domingo, 8 de julio de 2012

La hipótesis calchaquí y sus refutadores


Mapa de sitio de Puerto Gaboto: del cartógrafo español, Juan de la Cruz Cano y Olmedilla de 1775, publicado en 1799. Se observa al norte del río Carcaraña a la reducción de calchaquíes.


Rosario, sin rito de fundación y acta con sellos,  debería ser refundada desde sus cobrizos orígenes

Pensar que la noble y europea ciudad de Rosario haya surgido de un asentamiento de naturales paridos en las más cobrizas tierras, y no de descubridores y conquistadores de lo ajeno, preocupa a los que inventan un pasado de castellanos linajes de mercenarios, contrabandistas y traficantes de armas que luego levantaran sus palacetes en  el Paseo del Siglo.
“Las tribus calchaquíes, originarias del noroeste argentino, afincadas en parte de los que hoy es Salta, Tucumán y Catamarca conocieron a la llegada de los españoles los tropiezos del choque entre ambas civilizaciones. En ese esfuerzo por prevalecer, algunos no reprimían su belicosidad, y otros más tranquilos fueron encomendados en Santiago del Estero, cerca del río Dulce”, indica Amadeo Soler en la  “Historia de Puerto Gaboto, Siglo XVIII”, publicado en la revista Historia de Rosario, N° 39 , de 1989.
  El historiador explica que los calchaquíes que no se dejaron someter fueron reprimidos por Gonzalo de Abreu  y Juan Ramírez de Velazco, gobernadores en 1577 y 1588.  Se fueron desplazando al sur y llegaron al río Salado, cerca de la actual capital santafesina, “bajo un régimen de reducción guiado por frailes franciscanos”,  agrega.
Pero, los originarios de esa zona: mocovíes, guaycurúes y abipones los fueron corriendo y los calchaquiés llegaron a instalarse a orillas de los ríos Carcarañá y Coronda.
En tanto, el considerado primer historiador y periodista de Rosario, Pedro Tuella, quien en 1802 colaboró con el célebre Correo Historiográfico del Río de la Plata, dejó su registro: “Godoy vino a Rosario con los calchaquíes o que los calchaquíes vinieron con Godoy”. Ese grupo de indígenas fueron contratados para trabajar en lo del Capitán Gómez Recio”.
“El cacique Tomás Lencinas como cabeza principal de la tribu era con quien debían contratar las autoridades administrativas españolas mientras, Francisco de Godoy pactaba con el dueño o el capataz de la estancia”, agrega.
De esos datos surgieron los debates, disputas y ocultamientos. Wladimir Mikielievich, también en la revista antes mencionada, asegura que en base a los documentos de la época “hasta el 28 de julio de 1741, no se asentaron en esta región, contrariamente a la teoría que sostiene Sebastián Soler que una reducción de indígenas en 1720 ya habitó con el nombre de Nuestra Señora del Calchaquí adorando una virgen de ese nombre”.
Pero, Gustavo Ernesto Demarchi afirma: “Los primeros rosarinos eran indios”. En su “Hipótesis calchaquí” (2009), el investigador indica: “Se ha sostenido que Rosario no tiene acta de fundación y que no hay constancia fehaciente de que dicho trámite haya ocurrido alguna vez. Se dice, que la que ahora es gran urbe, primero fue un lugar de paso y un paraje apenas conocido; a continuación, se convirtió en un caserío ribereño; luego devino en un villorrio que fue adquiriendo el perfil de pueblo extenso; finalmente, promediando el siglo XIX, sería reconocida como ciudad”.
También consigna que esos “primeros moradores, provenientes de la reducción indígena del Salado Grande ubicada al norte de la ciudad de Santa Fe, que fuera desbaratada por los agresivos abipones en 1706, al migrar conservaron una imagen tallada en madera de la Virgen Nuestra Señora del Rosario”, como consecuencia de las enseñanzas coloniales de los religiosos.
Los españoles asentados en nuestra ciudad no contaban con una reliquia de peso. “Hasta la llegada de Godoy y sus indios amigo”, la Virgen de la Concepción era la patrona de la región (una zona imprecisa que se encontraba, bordeando el Paraná, entre los límites naturales fijados por el río Coronda al norte y el arroyo Arrecifes al sur)”, explica el historiador fallecido hace dos años.
En su costumbre de apoderamientos varios, los españoles también tomaron a la reliquia que tenían los calchaquíes y la  entronizaron en la capillita levantada para ella. Dicen los registros que el padre Ambrosio Alzugaray, logró que “las autoridades eclesiásticas de Santa Fe negaran a los indios el derecho de propiedad de la impoluta figura, la que quedó en custodia de los estancieros españoles y de dicho sacerdote. Otros afirman que los calchaquíes entregaron voluntariamente la Virgen sin que se apelara a artilugio o a intimación alguna”, resalta Demarchi.
Y afirma: “Los aborígenes no sólo fueron los primeros rosarinos, 130 años antes de que el Pago de los Arroyos se convirtiera en ciudad portuaria de importancia, sino que, al instalar la preciada imagen religiosa en lo que hoy es el centro institucional de la población, le dieron el nombre que habría de perdurar hasta nuestros días. Esta doble circunstancia les otorga a los nativos una indiscutible paternidad fundacional, tanto material como simbólica, que debería ser reconocida con amplitud y franqueza por parte de los actuales habitantes de la ciudad. La hipótesis, sin embargo, ha sido combatida denodadamente”.
En otra fuente consultada, la “Cronología Histórica de Puerto Gaboto”, el profesor  Ricardo González, registra: “En 1730, un orden escrita del 23 de marzo manda al cacique Tomás Lencinas (calchaquí) que forme sus tolderías y ocupe el fuerte del Paso del Carcaraña (Puerto Gaboto) para protección de viajeros y para que combata a indios sublevados. (Orden del  gobernador de Bs As don Bruno de Zabala)”.
“Agrega: “1734-1740: Existencia de poblado de indios y guardia del Carcarañá en el Rincón de Gaboto (Pueblo llamado Calchaquí). 1740: Una parte importante de los indios calchaquíes se traslada hacia el sur dando origen al núcleo que luego será Rosario”.
Sobre los calchaquíes, resistentes al ingreso de invasores quechuas o grupos llegados desde el actual Chile, como los kilmes, hicieron con estos acuerdos al instalarse en los Valles. Pero, la derrota ante los españoles al mediar el siglo XVII, tras el levantamiento de Felipe Calchaquí, antes de entregarse muchos fueron trasladados al sur bonaerense. Entonces, algunos historiadores franceses afirman que en medio de ese éxodo, algunos quedaron cerca de la ciudad de Carcarañá.
No hay relatos ni leyendas sobre algún rito fundacional cristiano. Los calchaquíes, si bien colonizados y sometidos por la cultura impuesta a sangre, no eran de andar fundando ciudades como los conquistadores.  Al ser nómades, sus asentamientos eran precarios y en cada lugar no clavaban mojones, leían actas, pronunciaban solemnes discurso o hacían que un escribano registrara el hecho.
Se supone que el afincamiento en el lugar debía ser impulsado tras el largo peregrinaje  y huidas, en 1723.   
Tuella, “cronista que formuló la incómoda teoría del comienzo indio en las páginas del periódico porteño “El Telégrafo Mercantil”, fue recaudador de impuestos para la Corona y se estableció en la ciudad de Rosario en 1789, o sea, apenas 64 o 66  años después de la llegada del clan calchaquí sedentarios a la región. Mucho tiempo después, cuando ya este centro urbano lucía orgulloso su vertiginoso progreso, Juan Álvarez, hijo dilecto de la ciudad, se ocupó en desmentir el argumento de Tuella y llegó a la conclusión de que, si bien no se cuenta con acta de fundación, ni se conoce al fundador, de seguro fueron españoles quienes hicieron la ilustre faena. Postura que, de todos modos, es más racional que la que todavía circula por determinadas congregaciones católicas, que atribuyen la gesta fundacional a la mismísima Virgen”, sostiene Demarchi.
Al igual que Alvarez, muchos historiadores modernos tomaron por desquiciado a Tuella y su “Leyenda calchaquí”. Los ilustrados ocultadores de los cobrizos pasados, prefieren que sean blancos y españoles los primeros habitantes de Rosario. Así se nombra a  Gómez Recio y Santiago Montenegro, carreteros y ocupantes de campos que se instalaron en la zona, pero no en zonas donde no hubo crecimiento urbano.
Al estar regidos por leyes occidentales, cristianas y capitalista, la “apropiación jurídica” con concesiones reales, escrituras con sellos y todo eso, se consagraron como pioneros a Luis Romero de Pineda y Antonio de Vera Mugica.
 En tanto, el nombre de Godoy, cercano a los cobrizos, casi vuela del barrio y avenida que lo recordaban. Lo advertía Tuella: “Lo que ocurrió en realidad, es rechazado en aras de cierta vanidad localista impregnada de prejuicios racistas. Porque, digámoslo de una buena vez: a Rosario de Santa Fe la fundaron los indios calchaquíes”.
 
 

viernes, 29 de junio de 2012

jueves, 28 de junio de 2012

Un campeón desmantelado

  En  abril de 2009, para “cuestionar” el mal rendimiento del equipo los barras hicieron una “visita” al entrenamiento. Al ser consultado por el periódico Info Región, Portell explicó: “Lo hicieron por la puerta, no pasaron sobre las paredes . Si llega alguien a tu casa con buena intención a arreglarte una flor del jardín  vos no le pegás un tiro”.

La euforia llegó con el campeonato de 2009. Pero, el equipo se desmantela  y desfilan el Gallego Méndez, La Volpe, Da Silva y Eduardo Acevedo, además de Raúl Wensel.

En octubre de 2011, ante elecciones fraudulentas interviene la Justicia.  Ya en 2012 ante el fracaso deportivo se desafecta a Clide Héctor Díaz,
gerente de Fútbol durante 14 años, mientras  Portell viajó a Hungría por  un Congreso de la FIFA. Mientras Marzolini y Wensel forjaron 
competitivas divisiones inferiores, se  inauguraba un colegio del club, se hablaba de un club serio. Pero los números se ocultaban y gran parte de la prensa callaba .

miércoles, 20 de junio de 2012

                                                                                                                           Rosario junio de 2011

miércoles, 9 de mayo de 2012

Clemente, el Gordo Muñóz y Morales Solá

 “¿Cómo no vamos a tirar papelitos, si los argentinos tiramos papelitos?" Y todos sabemos que el fútbol no termina con los veintidós jugadores, sino que incorpora el marco, la participación de la hinchada, y los papelitos”, decía Clemente desde las viñetas de El Clarín durante el Mundial de 1978, desafiando al llamado del relator de radio Rivadavia José María Muñóz para mantener “limpias” las canchas.

El célebre dibujito sin brazos y rayado, crítico admirador de las mujeres y devorador de aceitunas y mates, salía a enfrentar al “brazo deportivo” de la dictadura militar que pedía dar una imagen de limpieza, orden, comportamiento correcto, más allá de la represión y desaparición de personas que aplicaba el gobierno para silenciar toda posible oposición a la dictadura cívico militar.

Pero el gentío llenó de papelitos los estadios y cantaban “¡Muñoz, Muñoz, Clemente te cagó!".

También Caloi recordaba que el cartel luminoso de las canchas no lo manejaba el oficial Ente Organizador del Mundial '78 (EAM), sino la Fifa. Ellos le encargaron un Clemente para ponerlo entre las informaciones de formaciones, cambios, minutos de juego y algna publicidad. Les entregué uno con el texto o sea los militares "¡Tiren papelitos, muchachos!". Mientras en altavoces pedían que dejaran de tira, un Clemente alentaba la suelta de los recortes que cubría las canchas..

A pesar de ser futbolero, Clemente no participó en la película “La fiesta de todos”, que en 1979 ensalzaba el triunfalismo deportivo para trasladarlo al triunfo del gobierno militar. Al ser convocado para que su dibujito apareciera en la cinta. Caloi exigió una suma elevada de dinero que logró hacer caer la oferta de los productores.

Pero Clemente también sufrió la censura, en Clarín, Caloi indicó hace poco que Joaquín Morales Solá decidía que se publicaba. El artista señaló que Morales Solá advertía sobre los temas a tocar, cuales dejar de lado.

viernes, 4 de mayo de 2012

jueves, 26 de abril de 2012

jueves, 1 de marzo de 2012

Tinogasta y sus Vecinos Autoconvocados por la Vida

La resistencia ambiental levanta a pueblos catamarqueños

En la ancestral lengua kakana, Tinogasta significa “reunión de pueblos”. Algo similar a lo vivido en la calurosa nochecita del 28 de octubre en la plaza 25 de Mayo de esa ciudad catamarqueña cuando se reunieron vecinos, pobladores de otras localidades y turistas en un acto contra la megaminería.

,Mientras un documental advertía sobre como la explotación a cielo abierto destruyó a un pueblo chileno, el aire pueblerino se calentó con la rabia y beligerancia de un gentío indignado que resiste a las explotaciones contaminantes. “No vamos a dejar que a 8 kilómetros del centro de la ciudad haya una explotación minera que contamine nuestra tierra y agua”, afirmó Darío Moreno, un miembro de Vecinos Autoconvocados por la Vida, de Tinogasta.

Gran parte de los habitantes de esa ciudad, situada a 279 kilómetros de la capital catamarqueña y a 1.500 metros sobre el nivel del mar, frenó en 2007 las explotaciones en la zona. Pero el "SI a la vida, NO a la minería" moviliza y alerta ante la inminente explotación de las minas de uranio en el distrito Fiambalá, en Villa Luján y en la Higuerita, aprobados por el gobierno provincial.

Días antes, tropas de la guardia de infantería de la policía catamarqueña, además de miembros de Inteligencia, llegaron para desalojar a los tinogasteños que cortaban el paso en la ruta 60 a los vehículos de gran porte que abastecen a la minera situada en Andalgalá, a unos 160 kilómetros de la localidad del oeste catamarqueño.

“Allanaron casas de los Autoconvados con órdenes de buscar fósforos, encendedores, envases de plástico y mechas. Nos acusaron de incendiar un camión que llevaba insumos a la minera La Alumbrera. En una de las actas levantadas en casa de una maestra figuró el secuestro de una caja de fósforos conteniendo 85 cerillas y “se llevaron un encendedor sin llama, de esos que se usan para prender la cocina, pero no pudieron armar causas”, dijo al Eslabón, Darío, un barbudo organizador de cabalgatas en la zona.

Pero, en la ciudad todos sospechan de un autoatentado de la minera para acusar a los Autoconvocados. “Para los procedimientos, dicen que la minera pagó los adicionales a los uniformados. Además nos sorprendió que en el momento de los operativos, en toda la ciudad los celulares quedaron sin señales y quedamos incomunicados, resaltó el activista.

Por otra parte, en tribunales tucumanos, quien está procesado es Julián Rooney, Vicepresidente de La Alumbrera. Por eso, los Autoconvocados reclaman el cese de la actividad de la minera hasta que se resuelva la situación judicial de su directivo.


Los vecinos denuncian a la Alumbrera por “socavar voluntades políticas” para perseguir a ambientalistas. En Catamarca no existen libertades individuales y autonomía de los gobernantes. Por encima de las autoridades está el poder de la empresa Alumbrera, que compra y vende voluntades, que corrompe y obliga a las autoridades a actuar en función de los intereses empresarios”, afirman.



En el acto realizado en la céntrica plaza participó Javier Rodríguez Pardo, Movimiento Antinuclear del Chubut (Mach), Red Nacional de Acción Ecologista (Renace) y Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC). El dirigente, es de los que recuerdan que “donde hay un delito de contaminación existe un gobernante corrupto y de eso se valen las corporaciones del sector aunque ya sospechan que no les alcanza para conseguir la licencia social”.

También dieron el presente los vecinos del barrio La Paz, quienes cortaron una avenida para evitar que el paso de los transportes de gran porte que destruye el asfalto y provoca rajaduras en las humildes casas. Desde hace meses por el paso a San Francisco (250 kilómetros de Tinogasta), al que llega la ruta 60 rumbo a Chile, los camiones con rumbo a Andalgalá son bloqueados.

El histórico corte al paso de cuatro camiones que se dirigían a minera, durante 60 días, en los Valles Calchaquíes tucumanos y salteños, detonó una onda expansiva que levantó a los poblados y a la solidaridad en la pelea. Esa unidad provocó que algunos rodados regresaran a Chile para buscar nuevos pasos.

“Activos no radiactivos”, dice un volante que planea por la plaza mientras la gente también se moviliza para que la actividad minera no consuma el agua de sus valles y las contamine. “No queremos poner en peligro la vida de nuestros hijos y la riqueza de la tierra", afirma indignado el propietario de una bodega. Desde catacumbas de su bodega, Juan Longo, uno de los primeros en denunciar las perforaciones y estudios que se hicieron en la zona de Tinogasta, asegura: “Los pudimos frenar, pero no tendría problema en mancharme las manos con tinta roja en una comisaría, cuando haya que armar otra pelea”, remarca.

La concientización educa y ahora se sabe que las mineras consumen millones de litros de agua pura y energía, extraen y no producen riquezas mientras los gobiernos entregan hectáreas de reservas, glaciares y nacientes de ríos, aunque también se expulse o contamine a sus originarios habitantes.



La resistencia “se extiende como un reguero de pólvora”, pero no minero. La lucha se plantó con fuerza y pueblos de 14 provincias -afectados o acechados por la minería a gran escala contaminante- también se movilizaron en Buenos Aires para escarchar al seminario internacional de la minería aurífera “Argentina oro 2008”. Allí, miembros de asambleas y organizaciones de distintas regiones realizaron del 3 al 7 de noviembre una protesta y ayuno en la Plaza del Congreso.



En tanto, la silenciosa magia de la Alta Catamarca se refugia entre la cadena de volcanes de más de seis mil metros de altura, las quebradas hachadas en muros de granito por algún gigante diaguíta, las nieves en las cumbres, los médanos como montañas, el monte de algarrobo, los valles que alimentan las bodegas y el agua que baja entre las piedras. Toda esa maravilla es resguardada por sus pobladores pero los vecinos autoconvocados en Catamarca y en otras partes del país resisten solidariamente en un desafío por la tierra y la vida, ante la codicia de explotadores y de los funcionales funcionarios,



“Para producir un anillo de oro -indica un volante de los autoconvocados- se extraen 20 toneladas de roca. Dinamitan montañas en pocas horas para hacer rentable la extracción de 1 gramo de oro por toneladas de escombro. Utilizan grandes cantidades de cianuro para separar el mineral y preparan una sopa química con agua y tóxicos. Los 100 millones de litros de agua por día que es devuelta a los acuíferos contaminada., por lo que llega a distancias enormes y afecta a personas y cultivos”.

jueves, 16 de febrero de 2012

BALADA PARA UN LOCO


 Se reeditó el libro Lo Suficientemente loco, una biografía de Marcelo Bielsa. Lo escribió el periodista Ariel Senosiain. La obra tiene una contratapa de Rafael Bielsa.
POR ARIEL DIAZ (diaz_am@hotmail.com)


 Un tipo extraño que habla a sus dirigidos en tercera persona. Que no da entrevistas exclusivas. Que está convencido que nadie debe tener privilegios a la hora de recibir las noticias, ese bien preciado de los periodistas. Que es capaz de recorrer el país para crear un mapa futbolístico de la región con la misión de atraer talentos al Club que tanto quiere (desde ahí, hará crecer a la institución).
  Un hombre que va por donde fuere tratando de mantener líneas de honestidad que se ven poco en un ambiente tan sospechado como él del futbol. Que se cierra, estudia, se prepara, escucha y se pasará la mayor parte de su tiempo presionándose para completar las competencias con éxito cuando llegue el momento. Sabe que de aquél “éxito” dependerá su futuro o la confianza que pueda lograr de los otros.
  Entiende que en los peores momentos es cuando más se crece. Aunque nunca esté de acuerdo con cierta posición resultadista que baja desde las tribunas. Porque esa postura no acepta proyectos ni tiempos prudenciales de trabajo para alcanzar objetivos. Es inmediata. Su trayectoria en varios Clubes y selecciones pudieron sobrevivir a ese modo de entender la realidad. Permaneció con victorias, buenas campañas o equipos aguerridos que permanecerán en la memoria.
  Es una persona obstinada que seguirá regando con esfuerzo sus ideas ofensivas en los equipos que dirija, porque entiende que este deporte como en la vida hay que ir al frente. Su entorno lo conoce así, como el hombre que dice las cosas en la cara. Que se exige a niveles casi imposibles para superarse. Que pretenderá reducir al mínimo el margen de error. Pero hay más. Bielsa se mueve por el mundo con determinados valores que impulsan a tener una birome a mano (o un lápiz si se prefiere) para remarcar muchas de sus declaraciones que tocan temas como la decencia, la democracia, la lealtad, el compromiso, los ejemplos o la educación.
  Está nuevamente en las bateas el libro Lo Suficientemente Loco escrito por el periodista Ariel Senosiain. La primera edición que publicó la editorial Corregidor no tenía la aventura del entrenador rosarino por la selección de Chile. Este volumen abarca el camino del entrenador con la Roja hasta su alejamiento del cargo en el 2011.

135 años de la profecía de Pascacio Moreno en el lago Kelta

Tras remontar el río Chubut, el 15 de febrero de 1877, el perito Moreno pronunció una profecía que delineaba el proyecto político de una élite que buscaba un país para pocos. La política de acumulación y explotación de los bienes comunes no respeta a la naturaleza ni a sus pobladores ancestrales. El positivismo, como justificación científica, explicaba la superioridad de la raza blanca sobre las otras y sobre la naturaleza, a quien intentaba dominar.
Moreno, pisoteando la sabiduría tehuelche y sin considerarlos humanos, impone su voluntad. En su afán de descubrir y bautizar, ese 15 de febrero, declamó ante el hoy llamado Lago Argentino: “Mar interno, hijo del manto patrio, que cubre la Cordillera en la inmensa soledad, la naturaleza que te hizo no te dio nombre. La voluntad humana desde hoy te llamará Lago Argentino. Que mi bautismo te sea propicio: que no te olvides quién te lo dio y que el día en que el hombre reemplace al puma y al guanaco, nuestros actuales vecinos; cuando en tus orillas se conviertan en cimientos de ciudades los trozos erráticos que tus antiguos hielos abandonarían en ellas; cuando las velas de los buques se reflejen en tus aguas, como hoy lo hacen los gigantes témpanos y dentro de un rato la vela de mi bote,- cuando el silbido del vapor reemplace el grito del cóndor que hoy nos cree presa fácil; le recuerden los humildes soldados que le precedieron, para revelarte a él, que en este momento pronuncian el nombre de la patria bautizándote con tus propias aguas!”.
La soberbia del conquistador que recorrió la región y sirvió de informante a las tropas que luego arrasarían el sur, anunciaba ya la desaparición del puma, el guanaco y el cóndor, el crecimiento de ciudades y el tránsito naval sobre costas que perderían su ambiente natural.
La realidad hoy marca el deterioro de la zona tan espléndida pero acosada por la desquicia de inversores turísticose inmobiliarios, que priorizan las ganancias. “Aún continua la amenaza de poner una pista de esquí en la península cercana al glaciar Moreno, nos oposimos y juntamos firmas, pero todo parece frenado”, dice desde Calafate María Elena Biccio, de la organización Calafate Natural.
“La ciudad ha crecido y faltan obras de infraestructura.  No se realizaron trabajos de cloacas y falta solucionar el tema de los afluentes. Calafate tenía un sistema cloacal para unas cinco mil habitantes, pero en cinco años esa capacidad fue superada, hoy somos 18 mil habitantes”, remarca la ambientalista.
“Se utilizan los recursos naturales como  si fueran inagotables, se pensó al magnificó lago con inmensos botes , como en la Europa desarrollada”, admite Biccio.

Entre témpanos

Desde todos los tiempos, las moles de hielo navegan el lago que los ancestrales pobladores de la región sureña lo llamaban Kelta, “que tiene témpanos", en lengua aonikenk. Ese helado espejo de agua abarca unos 1560 kilómetros cuadrados, con orillas separadas  entre 14 y 20 kilómetros y una profundidad que llega a 500 metros.
Es un lago renegado, esquivó a los descubrimientos y bautismos de los blancos. Sucede que desde 1520, con la llegada de la flota de Hernando de Magallanes al sur patagónico, comenzaron a  encontrar sitios que nunca se habían perdido, a bautizar lo que ya tenía nombre y a desertificar lo que no estaba desierto.
La historia se ha empecinado en hablar de descubrimiento y conquista, pero los europeos llegaron unos 12.500 años tarde. Desde hacía milenios, el llamado sur patagónico estaba habitado por el pueblo aonikenk, con ellos se toparon los europeos al llegar a la región.
Ese pueblo originario fue luego conocido por la forma en que los llamaban los mapuches: “Tehuelches”, que en lengua mapudungun significa "gente bravía".
En 1873, El marino Valentín Filberg avistó al lago Kelta, pero no lo bautizó porque creyó que era otro lago que ya en 1781 Antonio Viedma humildemente lo nominó con su propio apellido. Ese enviado por el virrey español para explorar las costas patagónicas y levantar asentamientos era poco respetuoso o ignorante de que los originarios a ese espejo de agua lo conocían como Capar, que en lengua aonikenk referencia a una planta de raíz comestible.
El kelta, de 95 kilómetros de largo, fue avistado el 15 de febrero de 1877 por el perito Pascacio Moreno y el marino Carlos Moyano,  tras remontar el río Chubut para inspeccionar y registrar las características de la región para guiar la futura campaña militar. Allí reparan el error de Filberg y "blanquean" al lago Kelta.  
El papel de Moreno en el diseño de la nueva nación, que lo premió con donación de enormes extensiones sureñas, puede apreciarse al ver el prestigio que ganaba al ser brazo científico de la generación del 80. Así ocurrió cuando con el perito se atrevió a polemizar el periodista Argos, pseudónimo de Benjamín Aráoz, médico de la Armada que había recorrido la región en 1884. El irreverente aseguraba que Feilberg tenía razón  y que el lago bautizado Moreno como Argentina, era el Viedma.
Pero Moreno no era cuestionado por su trabajo, sino por una lectura o registro, inclusive Aráoz propuso que el lago Viedma fuera rebautizado como Lago Moreno. De todas formas, desde el pedestal donde se paraba por los “servicios a la patria”, brindados por el profanador de tumbas, acallaron la polémica.
El perito se había basado en la descripción del español Viedma, al señalar que “en el fondo de esa ensenada, que forman las sierras, hay dos piedras corno dos torres con puntas muy agudas que exceden a todas las sierras vecinas y le llaman los indios Chalten”, lo que significa  “volcán” en aonikenk. Pero eso no le importaba y también lo renombró en homenaje al navegante británico Fritz Roy, en 1877. No importaba que en esa mole de piedra fuera la sagrada para los originarios, ya que allí y creció el legendario Elal.
Esa polémica no contemplaban respetar a la toponimia utilizada por los pueblos originarios, era una imposición que pisaba historias y, con ellas, a la cultura y el territorio que da identidad a un pueblo.
En el trabajo “Toponimia indígena de Santa Cruz”, Mario Echeverría Baleta, explica que el lago Charre, “lleno” en aonikenk, fue llamado San Martín, por Moreno el  27 de febrero de 1877.  “Así comienza una tarea de desmembramiento telúrico y sistemáticamente se van reemplazando las designaciones topográficas indígenas, por nombres foráneos. “Güent Aike” se convierte en Santa Cruz, “Coyle” en Coig Inlet, “Orr” en Río Leona y “Kelta” en Lago Argentino”, remarca el calafateño baqueano de 73 años y seguidor de huellas del habla, quien además de trabajar como topógrafo de Vialidad durante 15 años, tantos dirigió el Museo Padre Manuel Molina.
Hoy, los mapas dicen que el Keltra está en el Parque Nacional Los Glaciares, recibe aguas de los ríos Ceballos, Leona, Los Perros, Castillo, Rico y Buenos Aires. Pero figura como Lago Argentino y en sus costas crece la turística ciudad de Calafate.