viernes, 20 de enero de 2012

Famatina, "El Eslabón 104, 29 de agosto de 2010

 La dignidad riojana hace cima en el Famatina

Las asambleas en defensa de la vida retoman los cortes para impedir el saqueoy la contaminación

          
 “El camino está abierto para que el pueblo argentino pueda conocer la belleza de la zona, pero está totalmente cerrado para empresarios mineros y funcionarios de gobiernos provinciales o nacionales”, advierte Carina Díaz Moreno, una profe de Educación Física y miembro de la Asamblea de Vecinos de Famatina Autoconvocados En defensa de la Vida.
 
Otra vez, como en 2006, cuando frenaron proyectos de la minera Barrick Gold y de los funcionarios entregadores, organizaciones riojanas han tomado el camino contra el saqueo y la contaminación. “No otorgamos la licencia social a emprendimientos que responden a un modelo que implica la destrucción y el saqueo de nuestros bienes comunes”, indican las Asambleas Riojanas, al retornar el sábado 24 de julio el refugio en Peñas Negras, al pie del Famatina y a 7 kilómetros de la ciudad.
Pareciera que el menemato no dejó tanta huella en su terruño de la ideología del individualismo y la privatización, de hasta los sueños colectivos. En el valle de Famatina, centro de La Rioja y más de 235 kilómetros de la capital provincial, los vecinos resaltan que si los gobiernos no han tenido dignidad, voluntad y compromiso para enfrentar este saqueo, “nosotros sí los tenemos”.
 “Ahora empezamos un nuevo corte, preventivo y ante los contratos con multinacionales chinas. Defendemos nuestro lugar en el mundo y a la fuente de agua. El Famatina es un macizo que con sus nieves eternas abastece de agua a varias provincias”, resalta Carina a El eslabón.
 Las asambleas de vecinos de Chilecito, Famatina y La Rioja capital, sostienen: “Corrimos a la Barrick, ahora vamos por los chinos”. Sucede que desde marzo último, ante la presencia de funcionarios de minería guiando a empresarios chinos, alertó a la población.
Ante ese corte en el camino a la montaña, Luis Beder Herrera, gobernador riojano, advirtió que “las asambleas ciudadanas van a luchar y van a perder porque ocurrirá como con el conflicto por la pastera de Botnia. Pasaron los años y se demostró que no contaminaba".
El mandatario afirmó que no volverá atrás en su política de auspiciar la minería a gran escala en La Rioja y que con “China les aseguro que la provincia cambia, firmamos por una exploración de 300 millones de dólares" en el departamento Chilecito”.
 Ya el 7 de julio último, la Asamblea de Chilecito repudió la reunión Oscar Lehz, secretario de Minería provincial, con empresarios chinos. También criticaron los recientes encuentros entre la presidente Kirchner, el gobernador Herrera y Peter Munk, mayor accionista de la multinacional Barrick Gold, firma que en 2006 facturó 1.510 millones de dólares.
Antes, en junio, las Asambleas habían rechazado el “avance sistemático del Plan Nuclear Nacional y la instalación de la empresa Dioxitek para refinamiento de concentrado de uranio en Huaco, por la ya contaminación que estos emprendimientos provocan en la salud de los pobladores, ambiente, y economías regionales, además del consumo de agua, recurso escaso en nuestra provincia”.
En Chilecito y Famatina conocen a los funcionarios, por eso se plantan en el camino de servidumbre que lleva a la cima del Famatina. “A casi 2000 metros de altura, tenemos un refugio con una barrera, hacemos turnos, a veces con 4 o 6 grados bajo cero”, explica Carina.
En la montaña herida con unos 2800 metros de túneles, explica que “hay glaciares, cerros de colores maravillosos, no se puede describir tanta belleza. Pero si las mineras la explotan sólo quedarán cráteres, diques de cola con desechos contaminante. La resistencia a esa explotación también es protagonizada por pequeños productores y la gente dedicada al turismo”.

La lucha como docencia

En la capital riojana, Carina Carreño señala que “las asambleas surgen en 2006, cuando en Famatina y Chilecito los vecinos empiezan a ver camionetas y gente desconocida que sube al cerro. Entonces se juntaron algunos maestros e investigaron  sobre la minería a cielo abierto, la Barig y la contaminación que provoca la lixiviación que con cianuro obtiene el metal dinamitando montes”.
 “Somos pueblos agricultores, donde el agua no alcanzaría para abastecer a la población y a la mina, por ello se movilizaron e impidieron esa explotación” resalta Marina.
 “Algunos ni sabíamos qué es el ecologismo. Esto surgió como la lucha de un pueblo contra el saqueo de nuestros bienes comunes. No decimos recursos, son bienes que debemos respetar y cuidar para todos”, remarca la “militante, que también es abogada”, como se define.
“La información se compartió con otras poblaciones y surgieron Las Asambleas Riojanas, con grupos de Chilecito, Pihuil, Chañarmuyo y Los Sauces. Además, integran la Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC), que combate a la minería a cielo abierto en todo el país”, explica.
“En tanto, con tecnología de punta la minera se instaló en el cerro, pero la gente bloqueó el único camino que llega allí. Armaron un refugio y el intendente de Famatina los apoyó e instaló una barrera”, explica.
“El 14 de abril 2009, tres camionetas de Minería y Medio Ambiente fueron paradas por cuando regresaban del campamento minero. Los funcionarios ofuscados dijeron que habían ido a registrar el estado del sitio.  Como querían pasar, Carina Díaz Moreno (Famatina) y Marcela Grabbe (Chilecito) resistieron y se tiraron al camino para bloquearlos. Fueron levantadas para apartarlas y las denunciaron por obstruir el paso y provocar un derrame de gasoil”, cuenta Marina.
“Como cuando en el pueblo hay algún problema –agrega-, sonaron las campanas de la iglesia y se juntaron 300 personas para protestar contra los violentos funcionarios. Luego, el 25 de junio de ese año la citaron a indagatoria a Carina y fue detenida por un día”. 
Los funcionarios y empresarios mineros pidieron reunirse con “cabecillas” de los vecinos. “Pero fueron advertidos que funcionan en asambleas, los invitaron y les hicieron pasar vergüenza porque los vecinos estaban informados y no se asustaron”.
“La Barrick se fue en 2006 por la presión social. El entonces vicegobernador Luis Beder Herrera no participaba del negocio y se oponía a la minera”, retoma Mariana.  Herrera había llegado al poder hace 20 años como diputado provincial de Famatina, con  Eduardo Menem. Herrera se graduó de abogado en Rosario en 1976 y militó en la JP de  Jorge Obeid. En 2006 era vicegobernador, pero acusó de corrupto al gobernador Ángel Maza, ese que fue secretario de Minería del gobernador Menem, y creador del Código de Minería.
 Herrera, en mayo de 2007 afirmaba: "El gobierno comparte la posición de los ambientalistas”. Pero, Marina indica que tras ganar la gobernación, “derogó la ley que prohibía la minería y permitió el avance de la Barrick”. 
En su nueva postura, el miércoles 28 de julio Herrera dijo que las asambleas en contra de la minería contaminante, “van a perder como con Botnia, donde pasaron años y se demostró que no contaminaba. No puede ser que estemos en contra de un sistema tan limpio", aseguró.

La fe mueve montañas

El Nevado de Famatina, o cerro General Belgrano, trepa en la precordillera a 6.250 metros, en el centro de la provincia y a 235 kilómetros de la capital provincial.
La montaña es sagrada para las ancestrales comunidades de Guandacol, parcialidad capayán, diaguitas. Su presencia central en el escudo riojano revela otros intereses, su gran valor económico. “En el valle del Famatina habitaban unas 160 mil personas, hasta que llegaron los conquistadores, hoy somos siete mil”, indica Carina remarcando la huella que dejó la explotación minera.
Los historiadores dicen que la región era llamada Wamatinaj, nombre de comunidades diaguitas (serranos, en quechua) del grupo capayan que se radicaron al oeste de la montaña”.
En 1480, el territorio fue invadido e incorporado al  Tahuantinsuyu del Imperio Incaico. Pero, hacia 1600 llegaron los europeos. Con su fe y pólvora los jesuitas movieron la montaña para que las palas de los originarios abrieran socavones en el cerro.
 Facundo Quiroga también se dedicó a la minería y acuñó monedas de oro en Chilecito, riqueza que “Rivadavia buscó apropiarse, como socio menor (empleado) de la banca inglesa, indica el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde.
Desde 1904 y 1929, la minera La Mexicana, voló en un cablecarril 35 kilómetros sobre abismos y desgarrando montañas para extraer metales, tras el acuerdo firmado por el presidente Julio Argentino Roca con la británica Famatina Development.
Luego, con la guerra de 1914, los ingleses se retiraron y empresas estadounidenses continuaron con la explotación hasta que la minería fue estatizada por Perón en 1946.
Pero el despojo sigue avalado por los funcionarios, el último fin de semana de julio  los asambleistas de Chilecito realizaron un corte de ruta bloqueando una huella minera en el Famatina, en un camino que lleva a la Mina El Oro, sendero que también bordea un territorio que pertenece a Oscar Lhez, secretario de Minería y propietario de dos minas.
La abogada riojana remarca que la megaminería “es una política del FMI y del Banco Mundial. Quedan pocas vetas tras 500 años de explotación, por eso el mineral está diseminado y ahora lo quieren extraer con explosiones en el cerro. Así se llevan muchos minerales, beneficiándose con reintegros por sacarlos por puertos patagónicos. De esa forma, terminamos pagando para que se lleven lo que es nuestro”.
 

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