viernes, 4 de diciembre de 2009

Danza: el arte de hacer deporte

Por Debernardi, Agustina y Fiocca, Marina

En los últimos años, el baile ha hecho un boom en el mundo del deporte. Ya no es una práctica exclusiva de salones de ballet, ni requiere tanta especialización y estudio, si no que aprender cualquier tipo de danza, está al alcance de todos nosotros con sólo ir a un gimnasio. Esto abre varios interrogantes: ¿Es la danza una moda? ¿O será que tal vez aporte más beneficios que otro deporte? ¿Conlleva menos esfuerzo?
Según la licenciada en Educación Física Maria José Calvente, en Argentina el baile fue ganando terreno en el mundo del deporte después de la gran exposición mediática del segmento “Bailando por un sueño”, del programa de Marcelo Tinelli. “Como todo, la gente va haciendo lo que más ve o escucha. Cuando mediante este show, muchas artistas decían que bajaban de peso, entonces las mujeres piensan que en el baile puede estar el secreto para ser delgadas”, comenta Calvente.
Agrega que desde hace ya un tiempo sobre todo con el tema de la salsa, mucha gente se va sumando a bailar, porque también se puede ir en parejas y eso hace que la actividad tenga otro aspecto social. “Vos charlas con alguien mientras bailas, en general cuando entrenás un deporte no lo haces, por más que sea de equipo, no es el mismo contacto”, expresa.
Muchos profesionales del deporte clasifican a la danza como una nueva opción para el sedentarismo creciente, en todas las sociedades de los últimos años. La licenciada Calvente aclaró que si bien la danza no es un deporte, es una actividad física como cualquier otra, que permite estar en movimiento y si se trata de una persona sedentaria formula: “Debe ser algo que te divierta y te guste, aunque depende mucho de la persona que lo va hacer, es lo mismo la danza que cualquier otra acción, si es para hacer una actividad o para recrearse”.

Si bien la danza es una actividad física que conlleva entrenamiento, la profesora de Danza profesional Wanda Moretti, pone énfasis en el beneficio que el baile transmite no sólo al cuerpo, sino también a la mente. “El deporte y todo aquello que conlleve una actividad física periódica, resultan un hábito que enriquece y hace más saludable nuestra vida. En el caso de la danza se añade un plus, que puede ser que sea comparable con la satisfacción de ganar en el terreno de juego de un deportista”, expone; y añade que adjunto a esa práctica física y de entrenamiento, existe el elemento esencial que define esta disciplina; EL ARTE. La belleza que se busca con las formas y los movimientos del cuerpo, el sentimiento que se transmite con la simple yema de un dedo.
Según Moretti, en deporte y en danza no existen muchas diferencias: “Ambos dirigen nuestros movimientos y entrenan nuestro cuerpo. Desde pequeños se nos enseña, a ser jugadores o bailarines, a respetar valores y reglas, que regirán de forma continúa en nuestra futura carrera, de bailarines profesionales o futbolistas en su caso”.

“Al practicar cualquier tipo de baile, a la vez que nos divertimos quemamos calorías”, dice la instructora y profesora de educación física a cargo de la sección de baile del gimnasio Amazonas, Patricia Lago. Y esta quizá sea la razón por la cual cada vez más personas eligen el baile como la actividad física predilecta; ya que como en el baile, también entra en cuestión el hacer algo divertido, en los gimnasios promocionan esta actividad para “ perder peso, sin enterarte”.
La instructora explica que existen diferentes modalidades de baile donde se puede perder peso, tales como danza del vientre, hip-hop, cha cha cha, merengue, batuka (método de Gimnasia Aeróbica con música original), tango, etc. “Cuanto más intensidad y más tiempo le dediques más lo va a notar tu cuerpo, no sólo en la progresiva pérdida de peso sino también de líquidos, toxinas; ya que, reduce la celulitis, mejora el sistema respiratorio, mejora la flexibilidad muscular, el sistema cardiovascular y ayuda a prevenir enfermedades, entre otros, acompañado de una sensación de bienestar, ya que se reduce el stress y la ansiedad” agrega Lago.
En los gimnasios, esta actividad se lleva a cabo casi exclusivamente por mujeres de edades que oscilan entre los 7 y 45 años, y los horarios son muy variados, ya que frente al boom del baile, los gimnasios tienen clases de baile desde las 8 de la mañana hasta las 10 de la noche. Los bailes más solicitados son las danzas árabes, el hip- hop, la salsa y recientemente el “baile del caño”, aunque éste último es el más difícil de hallar entre los gimnasios, ya que se trata de una moda reciente y requiere una infraestructura especial. Aunque este, se trata más de un tipo de acrobacia/gimnasia, que de un estilo de danza.
Patricia Lago concluye diciendo: “En una sociedad tan rápida como la que vivimos, tenemos que encontrar un par de horas a la semana para dedicarlas a nosotros, a mimar nuestro cuerpo y nuestra mente, aprender nuevas formar de diversión adaptadas a cualquier edad, horario y economía, dónde a la vez que ampliamos nuestro círculo de amigos, reducimos nuestro stress y ganamos en salud”. Coincidiendo plenamente con lo que formula Moretti: “Cuando bailas el alma se va de paseo, y cuando volvés, está rejuvenecida”.

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