lunes, 7 de diciembre de 2009

Nota de opinión: Cazador cazado


Eran tiempos de todos contra todos, se usó la fuerza y se vislumbraba un solo extremo ¿el otro? Ya no oficiaba de extremo, comenzó a ocultarse. Resultado… la clandestinidad, resultado desaparición, resultado torturas, resultad muerte. El nuevo régimen alzaba su bandera verde opacando la celeste y blanca y también los pensamientos individuales de la mano de un fuerte control sobre los medios locales y la educación.

Los crímenes de lesa humanidad ocurridos en la dictadura del ´76 venían acompañados del miedo que empapaba a las corrientes opositoras con la sangre que emanaba de los compañeros caídos en la lucha y del el tan conocido: “por algo se los llevaron” de los que opinaban creyendo cualquier zanata “made in” gobierno ¿oficialista?

En los liceos militares mientras tanto se enseñaba la inquisición partidista a la nueva camada de estudiantes. Los “neo nacionalistas” vestidos de verde, se llenaban de orgullo por alzar la bandera delante de sus superiores, todo era una causa justa…mantener el orden, prevenirlo de los delincuentes o por lo menos eso les hacían creer. Gran ejemplo de ello es el manual de “Operaciones contra elementos subversivos” que fue redactado por el ejercito e implementado desde el ´76, en unas de sus páginas se puede leer lo siguiente: "los elementos subversivos no gozarán de derechos y en ningún caso tendrán estatus legal derivado del Derecho Internacional Público", "no se los tratará como guerrilleros sino como bandas de delincuentes subversivos a los que hay que eliminar" o pasajes del estilo de: "aplicar el poder de combate con la máxima violencia para aniquilar a los delincuentes subversivos donde se encuentren. La acción militar es siempre violenta y sangrienta... El delincuente subversivo que empuñe armas debe ser aniquilado, dado que cuando las FF.AA. entran en operaciones no deben interrumpir el combate ni aceptar rendición".

¿Por que la tortura?, la tortura es un mecanismo perverso pero necesario, usado desde épocas de la inquisición. El objetivo: predicar con el ejemplo, imponer miedo. En este sistema lo que importa no es como sienten el sufrimiento los torturados sino el como se ve desde afuera.
De esta manera se podía controlar cualquier tipo de orden que se oponga al habitual porque es un saber popular que el miedo paraliza, es inoperancia.
Algunos superiores miraban la situación desde arriba ellos sabían que no combatían delincuentes, se trataba de poder, quimera que enceguece hasta la causa más noble…

Gritos, llanto, dolor, sufrimiento, silencio, silencio…ninguna respuesta. Ayer eran los torturados, hoy el lamento del torturador buscando la redención, un Eduardo Constanzo resquebrajado por su complicidad en los crímenes cometidos contra una madre, un padre, un hijo, un cuñado. ¿Podrá su conocimiento echar luz sobre tanto sosiego para poder ajusticiar hasta sus propios actos y conseguir perdón?.También era difícil ser militar por aquellos días, era entrar o salir, colabora o morir.

La experiencia de Constanzo da cuentas de ello en lo relatado en las sesiones de los juicios a los ex represores, en los cuales siempre busco desligarse de las torturas y las muertes. El sabe hasta donde llega su complicidad pero se animó a salir a relatarlo, no sin antes sortear los atentados de sus ex compañeros de equipo.
Es muy difícil zafarse del estanque donde una estuvo inmerso toda su vida, cambiar el aire y dejar de bailar el baile que le enseñaron pero en el 92, Eduardo pudo romper el molde y comenzar a dar algo de respiro a todo lo sucedido que fue, en parte, obra de sus propias manos…manos con las que hoy pide perdón.

Florencia Rueda

Fuentes
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=697023
http://loqueveo.fullblog.com.ar/post/entrevista_al_represor_eduardo_tucu_constanzo_871200136948/

No hay comentarios:

Publicar un comentario