En distintos puntos del país surgieron proyectos legislativos que buscan restringir o prohibir el uso de las bolsas plásticas comúnmente utilizadas en las compras domésticas, reemplazándolas por bolsas biodegradables, oxibiodegrables o de alguna característica similar. Estas bolsas son de aspecto similar a las actuales pero se disuelven al contacto con la luz, el aire y el oxígeno.
Las bolsas oxibiodegradables consisten en bolsas constituidas por polietileno, al cual se le agrega un aditivo que facilitaría un proceso de oxidación rompiendo la bolsa en pequeños fragmentos los cuales se degradarían luego por acción biológica. El aditivo es comercializado en Argentina por la empresa RES, la cual promueve el reemplazo de los plásticos convencionales por plásticos degradables.
Además, tienen la ventaja de desintegrarse en menos de 3 años, son reutilizables, económicas, 100% reciclables, lavables y ayudan a reducir el impacto ambiental.
Que un material sea biodegradable pasa por permitir que los elementos constituyentes del mismo puedan volver a la naturaleza insertándose en los ciclos naturales de materia.
La utilización de dichas bolsas podría servir para contener los residuos orgánicos domiciliarios, con el fin de por ejemplo destinar dicha fracción al abono orgánico. En este caso se debería verificar específicamente que tales bolsas cumplan con normas de biodegradabilidad bajo condiciones de compostaje. Es imprescindible implementar políticas de separación en origen y desarrollar instalaciones de compostaje.
Estas propuestas apuntarían a que las bolsas luego de ser descartadas, se degraden en tiempos más o menos breves, a través de algún proceso determinado. En Rosario un proyecto presentado en el Concejo Municipal, a fines del año pasado, apunta a prohibir el uso de bolsas que no sean degradables, con el lema:
Llévala vos!bolsa de mandadoshace las compras con tu propia bolsa llévala al super, a la farmacia, al kiosco y a la verdulería.Así cuidamos el medio ambiente, evitando que las bolsas plásticas queden en plazas, parques y calles de la ciudad
La idea es estimular el uso de bolsas de materiales biodegradables y reutilizables. Pero los supermercadistas aguardan la ordenanza del Concejo Municipal que la vuelva obligatoria. La campaña arrancó con entusiasmo pero aún no logró la reglamentación por parte del Concejo que la convierta en ordenanza.
La iniciativa lanzada por la Municipalidad de Rosario, a través de un convenio con la Cámara de Supermercados, impulsa la venta a precio accesible de un recipiente reutilizable que permita al cliente llevar sus compras diarias; y el objetivo con el que se anunció fue el contribuir a la toma de conciencia por parte de los habitantes que reciben y manipulan miles de bolsas de polietileno incrementando el consabido daño al medio ambiente.
La finalidad a largo plazo era que el Concejo tratara el tema en el recinto y sancionara la normativa que prohíba el embalaje en bolsas de plástico en los comercios. Así lo ratificó la subsecretaria de Medio Ambiente del municipio, Daniela Mastrángelo, quien en diálogo con Rosario3.com afirmó que “mientras no exista reglamentación, sólo se puede trabajar en la divulgación y estimular la concientización de los consumidores”.
Si bien muchos de los grandes supermercados siguen entregando a sus clientes bolsas de plástico, un importante número de comercios agrupados en la Cámara ya implementan la medida. “Cuando se lanzó la campaña, nosotros sembramos 250 mil bolsas reutilizables entre los locales de nuestros socios”, precisó José Rocuzzo, presidente de la entidad, y citó a los supermercados Único, La Reina, La Gallega y Micro Pack, como algunos de los que adhirieron.
“Todos ellos incorporaron estas bolsas de tela, color lienzo o natural, con la leyenda «Cuidemos el planeta», que pueden usarse hasta 80 veces, tienen una capacidad de 8 kilos y cuestan 3 pesos”, dijo Rocuzzo, y aseguró que los clientes tuvieron una buena recepción de la iniciativa, dado que el precio les resultó accesible, pero que luego, cuando vuelven a comprar al comercio, no la llevan consigo cuando es ése el objetivo del proyecto.
“Nos falta la pata municipal –aclaró el representante de los supermercadistas– ya que por más voluntad que pongamos nosotros, si no se prohíbe el uso del plástico, se va a seguir usando”.
En ese sentido, Mastrángelo aclaró que la idea no es perjudicar a la industria del plástico, sino el de ir reemplazando paulatinamente ese material por otros biodegradables que ayuden a reducir residuos, reutilizar recursos y reciclar todo lo que se pueda.
Se espera que en 2010 el Concejo dé prioridad al tema, ya que hay varios proyectos presentados, entre ellos el del oficialismo que propone la “prohibición total del reparto de bolsas de nylon para el acarreo de mercaderías”, ya que, según consideran, “cualquier medida parcial sería de difícil control".
En el sistema actual de gestión de los residuos la mayor parte de las bolsas y residuos en general desechados terminan en el relleno de en la localidad de Ricardone (Pcia. Santa Fe); en este contexto la degradabilidad pierde porque los rellenos están pensados para clausurar la basura, y debido a las condiciones de los mismos, los procesos de degradación ocurren lentamente.
En la ciudad de Buenos Aires, a partir de la sanción de la ley Basura Cero, se comenzó a estudiar la utilización de bolsas biodegradables, resolviéndose exigir que las mismas sean en particular compostables y reservando su uso para contener la fracción orgánica de los residuos domiciliarios.
Un proyecto de ley para reemplazar las bolsas plásticas que se entregan en supermercados y comercios en general por bolsas de material biodegradable es impulsado en la provincia de Buenos Aires. El propósito de la iniciativa es minimizar el impacto ambiental que provoca la abundancia de aquellos elementos en los rellenos sanitarios, en los cursos de agua y el mar, y muy a menudo en el paisaje, consecuencia de su gran perdurabilidad (calculada en alrededor de 300 años) y, a menudo, del desaprensivo manejo del que son objeto.
Con esa finalidad se prevé un plazo de dos años para que los establecimientos sustituyan las bolsas que entregan al público en la actualidad. Se avanzaría así en una iniciativa que propone reemplazarlas por envases de rápida descomposición natural, como el cartón o el papel.
Sin duda, el objetivo es importante ya que promueve una reducción de los efectos contaminantes en nuestro ya deteriorado ambiente.
En primer lugar vale señalar que estas bolsas siguen estando constituidas por un derivado del petróleo, por lo que no representan ninguna solución en cuanto a la extracción de recursos no renovables y sus impactos asociados.
Es una cuestión de actitud
“Los cambios culturales son muy lentos y todos estamos acostumbrados a ir al supermercado y salir cargados de bolsas de polietileno –explicó la funcionaria–; por esa razón creímos que lo primero era discutir el tema en las escuelas y a través de talles en los centros de distrito, pero lo cierto es que recién podríamos evaluar los resultados de la campaña cuando el uso de bolsas biodegradables sea obligatorio”.La Cámara de Supermercados de Rosario realizó desde agosto pasado varios sorteos masivos de la campaña “Llevala vos”. Más de 70 negocios rosarinos y de las poblaciones aledañas se repartieron entre sí cien mil bolsas reutilizables que vendieron a sus clientes, a un costo de 3 pesos, y a las que le sumaron un cupón para participar de sorteos.Cada una de estas actividades está acompañada con cartelería y la entrega de folletos alusivos a las ventajas que genera al medio ambiente volver a la tradicional bolsa de los mandados, tarea de información y concientización a la que contribuyen además, talleres ecologistas, ecoclubes, ONGs, organizaciones como el Grupo Norte e instituciones educativas.Se puede observar que en Rosario los comerciantes entregan a sus clientes las bolsas biodegradables por necesidad y comodidad, debido a que la gente nunca trae. Una característica para destacar es que hay muchas personas que agradecen y está contentas por utilizar estas bolsas, pero se nota que solo muy pocas las vuelven a traer y otras que no demuestran interés.
Por otro lado, una librería muy conocida de dicha ciudad entrega a sus clientes una bolsa de tela o envuelve los libros en sobres de papel reciclado con el fin de evitar la innecesaria utilización del polietileno y contribuir con la ecología.
También, hay una fábrica de bolsas y telas rafias de polipropileno y distribuidores mayoristas de hilos de algodón y polipropileno, llamada Rosario Bolsas. Esta es una empresa de capital nacional con más de 30 años de presencia en el mercado, a través de las cuáles ha logrado cimentar un sólido nombre que la identifica con la más alta calidad de productos y servicios. Cuenta con atención personalizada para los clientes de todo el país.
Consumo y otras alternativas
En los últimos veinte años, la ciudad de Rosario duplicó su producción de residuos sólidos urbanos, pasando de 400 toneladas diarias en 1988 a 800 ó 900 toneladas actualmente. En ese lapso la población sólo aumentó alrededor de un 20%.
En Buenos Aires en donde existen más registros sobre esta cuestión, el CEAMSE (Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado) informa de aumentos similares en la producción de residuos.
La mayor producción de residuos parece estar asociada a un sinnúmero de objetos descartables, cuyo consumo se ha masificado en los últimos veinte años: botellas de plástico y vidrio de un solo uso que han reemplazado envases retornables, latas de gaseosa, botellas de agua, bolsas de polietileno, vajilla descartable, bandejas de telgopor, tetrabricks, envases excesivos en general; también ha aumentado el uso de papel, a partir del aumento en la correspondencia comercial y de la generalización del uso de computadoras personales, entre otros factores.
Los datos anteriores nos indican que el problema de los residuos debe ser abordado revisando los niveles actuales de generación de residuos. Consumimos masivamente productos efímeros que implican graves consecuencias ambientales, que van desde la extracción de recursos naturales para la fabricación de productos de consumo, hasta la disposición final de residuos.
Con respecto a las bolsas de compras, un camino posible en este sentido sería promover el uso de bolsas reusables confeccionadas con algún material durable. No es necesario remontarse muchos años atrás para constatar que la producción masiva de este tipo de residuos – bolsas inmediatamente descartadas – era mucho menos significativa y que su proliferación viene de la mano de cambios en los hábitos de consumo, promovidos por intereses económicos y de comercialización de las grandes bocas de expendio.
Se podría pensar en algún incentivo que motive a los comercios a proponer a su clientela este reemplazo, tarea en la cual la municipalidad podría jugar un rol importante. En varios lugares del país han surgido iniciativas que van en este sentido: Puerto Madryn, Trelew, la provincia de San Juan, entre otros.
Es necesario implementar otras alternativas, que se sustenten en reducir la generación de residuos; en promover prácticas de reutilización reduciendo al máximo posible el uso de envases descartables; en aumentar el reciclaje de materiales y el compostaje de restos orgánicos. Todo esto forma parte de los planes de Basura Cero, existiendo en Rosario un proyecto de este tipo, presentado en el Concejo Municipal.
Es necesario modificar un acto de nuestra conducta individual, que tiene una incidencia concreta y nefasta sobre el planeta. Las personas debemos tomar conciencia de las consecuencias negativas de la utilización de las bolsas de plástico. Paulatinamente debemos abandonar el uso de la misma, para optar por la que entendemos es la mejor opción: la vieja y tradicional bolsa de tela.
Como se hace para tratar de cambiar un hábito personal?
La tarea debe ser paulatina y al mismo tiempo tiene que ir acompañada de información, orientación y educación.
¿Qué hacemos?
· Si usamos una bolsa de tela podemos ahorrar 6 bolsas por semana…
· 24 al mes..
· 288 bolsas al año…
· 22.176 bolsas durante una vida promedio!!
· Si sólo 1 de cada 5 personas lo hiciera, ahorraríamos casi un trillón y medio de bolsas durante nuestras vidas!!!
· Bangladesh prohibió las bolsas plásticas.
· China prohibió las bolsas plásticas gratuitas
· Irlanda puso impuestos sobre las bolsas plásticas en 2002, de esta forma redujo el consumo en un 90%.
· En 2005 Rwanda prohibió las bolsas plásticas.
· Israel, Canadá, India del Oeste, Botswana, Kenya, Tanzania, África del Sur, Taiwán y Singapur están en el mismo proceso.
· En 2007 San Francisco se convirtió en la 1º ciudad de EEUU en prohibir las bolsas plásticas
· Muchos otros países están considerando la prohibición
· A nivel Nacional un proyecto de ley estipula el año 2013 como plazo máximo para la reducción de las bolsas plásticas en todo el país.
· Las bolsas están hechas de polietileno y termoplástico que se obtiene del petróleo.
· Reduciendo el uso de las bolsas plásticas se disminuiría el consumo de petróleo, recurso no renovable y que tantas broncas provoca.
· China ahorrará 37 millones de barriles de petróleo cada año gracias a la prohibición de bolsas plásticas gratuitas.
Es posible…
Hay gente que ignora todo esto, VOS YA LO SABÉS.
Usá Bolsa de Tela.
Pironti, Aylen, Reyes, Florencia
lunes, 23 de noviembre de 2009
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